domingo, 3 de abril de 2011

Oración Rededicatoria del Templo de la Ciudad de México, México


  

DE MANERA PERSONAL EL ESCUCHAR AL PRES. MONSON HABLAR DEL TEMPLO Y DE SU IMPORTANCIA EN NUESTRAS VIDAS ME HIZO RECORDAR ESTA HERMOSA TRADUCCIÓN DE LA RE DEDICACIÓN DEL TEMPLO DE LA CD. DE MÉXICO ESPERO LO DISFRUTEN EN ESTE DÍA ANTES DE LA SESIÓN SIGUIENTE.

Rededicación 16 de noviembre de 2008

por: Pdte. Thomas S. Monson



Advertencia: Esta no es una traducción oficial, se pone aquí sólo con fines meramente informativos y en celebración por tan maravilloso acontecimiento.


Dios omnipotente, Gran Elohim, en el nombre de Tu amado Hijo Jesucristo, nos inclinamos ante ti en este sagrado y bendito día con corazones rebosantes y espíritus sumisos.
Este hermoso templo ha sido un refugio de paz. Ha sido la Casa del Señor para todos los que han entrado aquí y han sentido tu espíritu y han compartido las bendiciones obtenidas al prestar servicio aquí. Nosotros te agradecemos por eso y por la realización de tus propósitos divinos a través de él. Ha servido bien.

Siendo evidentes los efectos de tal servicio, se hizo necesario mejorarlo tanto por dentro como por fuera. Ahora la estructura entera ha sido renovada y se ha convertido en una obra más eficaz, más atractiva y más conveniente que la anterior. Se han abierto las puertas de esta tú casa de nuevo al público, y miles de visitantes han caminado reverentemente dentro de estas sagradas paredes y se han sentido movidos en el curso de los pensamientos a través de sus mentes y corazones. Que puedan sentir el espíritu del templo vivir en ellos.

Estas puertas han cerrado ahora de nuevo a todos, menos para tus Santos fieles, para que dentro de estas paredes, de nuevo sigan realizando las obras santas y sagradas.

Hace casi veinticinco años, en diciembre de 1983, Tu siervo el Presidente Gordon B. Hinckley dedicó esta sagrada estructura primero, Dándote gracias a ti por esta gran nación, la República de México, y por el fortalecimiento de tu obra aquí. Renovamos nuestra gratitud por estas bendiciones. Te pedimos que puedas continuar bendiciendo aquéllos que gobiernan esta nación, que puedan ser inspirados para hacer lo necesario para asegurar la paz y la libertad al pueblo de este país en un ambiente en donde tu obra pueda continuar creciendo.

Te agradecemos por la gran e infinita expiación hecha por tu Hijo Jesucristo, que vino al mundo para redimir al género humano a fin de que pudieran ser salvos de las ligaduras de la muerte y, a través de la obediencia, obtener la vida eterna. Te agradecemos por el Profeta José Smith, y por todos los dones, poderes, y llaves que se restauraron a través de él al principio de esta gran y última dispensación de la plenitud de los tiempos.

Te agradecemos por el sagrado poder sellador, para que en este templo y en todas tus demás casas santas, Tus Santos fieles pueden ser investidos con poder de lo alto y pueden participar de los convenios eternos.

Tratamos de ser como Tú; buscamos modelar nuestras vidas siguiendo la vida de tu Hijo; deseamos la rectitud para nosotros mismos y nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Te suplicamos nos ayudes a hacernos dignos para heredar todas esas bendiciones que sólo encontramos en Tu santo templo-incluso esas bendiciones que se derramen para siempre en una continuación de la unidad familiar.

Padre Celestial, bendice al presidente del templo y sus consejeros, junto con sus esposas, y a todos los que ayudarán en el funcionamiento de este templo. Toca con tu Santo Espíritu a todos aquéllos que conforman este distrito del templo, y Hazles sentir dentro de ellos un deseo de usar esta gran bendición en la realización de tu voluntad divina.

Padre Nuestro, fortalece la juventud que camina en un mundo saturado con los sofismas de Satanás. Dales el valor para permanecer firmes en la verdad. Bendícelos a fin de que tengan la mira puesta en sus posibilidades eternas.

Expresamos nuestra gratitud por todos aquellos que han participado en las preparativos para este día de rededicación. Ellos han trabajado con un espíritu de consagración, y los frutos de sus labores son hermosos a la vista.

Ahora, Amado Padre, actuando con la autoridad del sacerdocio eterno y en el sagrado nombre de nuestro Redentor, Jesucristo, Te rededicamos para ti y para tu Hijo este Templo de la Ciudad de México, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. Lo dedicamos como una casa de bautismo, una casa de investidura, una casa de sellamiento, una casa de rectitud, para vivos y muertos.

Oramos a ti con toda humildad para que aceptes este edificio y dejes tus bendiciones en el. Permite que tu espíritu asista y guíe a todos los que ofician aquí dentro, para que esa santidad prevalezca en cada cuarto. Que puedan todos entrar con manos limpias y corazones puros. Que puedan edificar su fe y partir con un sentimiento de paz.

Dedicamos el terreno sobre el cual está el templo. Dedicamos este edificio hermoso, desde sus cimientos hasta la majestuosa figura de Moroni que lo corona en su punto más alto. Dedicamos el bautisterio, y todos los medios por administrar las sagradas ordenanzas, las cuartos para recibir la investidura, los salas de sellamientos con sus sagrados altares, y el precioso cuarto celestial, junto con todos los medios auxiliares. Dedicamos los bellos jardines con sus céspedes, flores, árboles y arbustos. Protege todo de cualquier devastación, influencia destructiva o desastre

Dedicamos este templo como una morada para ti y para tu Hijo. Que la luz de tugloria brille sobre él. Suplicamos tu aprobación en este servicio de dedicación y en todo los que hemos hecho y haremos en esta, Tu Santa Casa, la cual ahora presentamos ante ti.

Que todos nosotros podamos salir este día con una fe renovada y con un espíritu henchido por este obra que dedicamos a y ti y a tu Hijo, lo suplicamos, en el nombre de tu amado Hijo, nuestro señor Jesucristo, Amén.

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