sábado, 22 de enero de 2011

¿DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN?


¿DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN?

 "He encontrado una contradicción en sus enseñanzas. La Biblia dice que el Jardín de Edén se hallaba en el hemisferio oriental y las enseñanzas de los Santos de los Últimos Días dicen que estaba en el  hemisferio  occidental, en Misurí. ¿Cómo explica usted esto?' 

Usted indudablemente conoce el pasaje que se halla en Génesis 2:10-14. He buscado en todas parles pero no he podido hallar nada concreto que satisfaga a esta persona. ¿Hay alguna orientación geográfica que apoye nuestra doctrina?"

A CONTINUACION DAMOS ESTA RESPUESTA DADA POR EL PRESIDENTE José Fielding Smith

"Es un error que la Biblia afirma que el jardín de Edén se hallaba en el hemisferio oriental. Por cierto, no hay lugar que podamos indicar definitivamente como el sitio del Jardín. Han ocurrido grandes cambios en la superficie de la tierra desde los días de Adán. Los Santos de los Últimos Días tampoco lo sabrían si el Señor no se lo hubiese revelado. El ser humano no puede obtener este conocimiento sin revelación del Señor. Por extraño que parezca, existe el concepto popular de que el Jardín de Edén se hallaba en el valle de Mesopotamia, no muy lejos del Monte Ararat, donde posó el arca. Tal concepto es Incongruente y se opone así a los hechos conocidos como a la Biblia. Podemos señalar algunas de estas incongruencias. El objeto del diluvio, como lo dice la Biblia, fué purificar la tierra de su iniquidad, que por llegar a ser tan grande, fué destruida toda la familia humana con excepción de los que se hallaban en el arca. Otra de las razones porque hubo un diluvio, fué—como se enseña por revelación dada a la Iglesia— que la tierra, igual que el género humano, tenía que ser bautizada y purificada por agua. Las Escrituras declaran que el Señor abrió "todas las fuentes de los grandes abismos y las cataratas de los cielos', e hizo que lloviera incesantemente hasta que toda la tierra quedó cubierta. Los Santos de los Últimos Días creen que esto fué el bautismo de la tierra. Citaremos uno o dos pasajes para aclarar este punto. "La primera ordenanza instituida para la purificación de la tierra fué la de inmersión en el agua; fué sepultada en el elemento líquido y las aguas barrieron todo pecado que había sobre la faz de la tierra. Al salir de las aguas, como el niño recién nacido, se hallaba inocente, salió a novedad de vida. Fué un segundo nacimiento del vientre de las grandes aguas: un mundo nuevo que surgió de los escombros del viejo, revestido con toda la inocencia de esta primera creación." (Orson Pratt en Journal of Discourses, tomo 1, página 333)


"La tierra en su condición y situación actuales no es una habitación apta para los santificados; pero obedece la ley de su creación: ha sido bautizado con agua y será bautizada con fuego y el Espíritu Santo y por último quedará preparada para que la habiten los fieles." (Brigham Young, ibid., 8:83)


No sabemos precisamente dónde construyó Noé el arca, pero nos es dicho que se mantuvo flotando sobre las aguas hasta que quedaron cubiertos los montes. Debe haber viajado una distancia algo extensa del sitio donde fué construida, porque no iba a permanecer en el mismo lugar, y por lo menos anduvo flotando ciento cincuenta días antes de posar en el Monte Ararat, al norte de Armenia. Indudablemente el arca fué impelida por los fuertes vientos que acompañaron el diluvio. 

En el país donde al fin reposó corría un río, al cual se ha dado el nombre de Eufrates; pero este río en ninguna manera corresponde con el que llevaba ese nombre en el Jardín de Edén. Fué la cosa más natural que Noé u otro de los antiguos diera al río el nombre del que habían conocido, pero este río fluye en dirección contraria. Al río que sale del Lago de Utah y desemboca en el gran Lago Salado, nosotros llamamos el "Jordán"; pero no por esto es el mismo río de Palestina. Sin embargo, ¿qué cosa más natural que los pioneros dieran a este río el nombre de "Jordán"? 

También debemos recordar que esta tierra ha pasado por muchísimos cambios desde los días del Edén. La Biblia nos enseña que en el principio todas las aguas se hallaban en un lugar. Por consiguiente, toda la tierra debe haber estado en un solo lugar. (Génesis 1:9) En la época de Adán no había hemisferio oriental ni hemisferio occidental. Es extraño, pero cierto, que se han pasado por alto algunos de los acontecimientos más importantes que hallamos en la Biblia; por ejemplo vemos en Génesis 10:25: "Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre de uno fué Peleg, porque en sus días fué repartida la tierra." Es una afirmación, breve en extremo, de uno de los acontecimientos de más importancia que jamás ocurrieron sobre la superficie de este globo terrestre, y sin embargo, existe evidencia científica de que tal cosa sucedió. En el principio toda la tierra era un amplio continente. Llegó el día en que fué dividida y se formaron otros continentes y entonces llegó a existir el hemisferio occidental; pero esto fué mucho después de los días de Adán. Hablando de este importante acontecimiento, el doctor Emanuel Velikovisky su libro, Earth in Vpheaval, comenta en ésta forma: 

"La teoría de continentes flotantes, que se ha debatido desde los años de 1920,estriba en la semejanza que hay en la forma del l itoral de Brasil y el de África. Esta semejanza (o mejor dicho, complementación) junto con ciertas afinidades en la flora y la fauna de edades remotas sugirieron al profesor Alfred Wegner de Cruz, en el Tirol, que en las primeras épocas geológicas esos dos continentes, Sur América y África, eran una sola tierra. Pero en vista de que en otras partes del mundo podían encontrarse estas afinidades animales y vegetales, Wegner conjeturó que todos los continentes e islas eran en un tiempo una sola tierra, que en diversas placas se dividió y se apartó. Los que no concuerdan con la teoría de la división continental siguen explicando la afinidad de las plantas y animales de acuerdo con la base de "puentes terrestres" o comunicación terrestre entre continentes en otras edades y también entre continentes e islas." (Página 118)

Por supuesto, esto no tiene mucho que ver con el Jardín de Edén, pero sí muestra que ha habido grandes cambios sobre la superficie de la tierra desde los días de Adán. Si uno toma un mapa de los hemisferios occidental y oriental y los estudia, no le es muy difícil ver cómo aun en la actualidad podrían juntarse uno con otro. Ese día vendrá, porque así como fué dividida la tierra, así también volverá de nuevo a su forma original en la restauración, y toda la tierra estará en un solo lugar. Hay en la biblia muchas profecías que se refieren a esta unión de los continentes e islas. Citamos unas pocas de las muchas que hay:

"Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 

"Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti." (Isaías 54:9, 10)

"Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;
"Que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, y temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra." (Ezequiel 38:19, 20)

"Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados." (Apocalipsis 16:20)

También el Señor reveló al profeta José Smith lo siguiente, que concuerda en todo sentido con lo que está escrito en la Biblia: 

"Y emitirá su voz desde Sión y hablará desde Jerusalén y su voz se oirá entre todo pueblo.

"Y será una voz como de muchas aguas, y como la voz de grandes estruendos que derribarán los montes; y no se hallarán los valles.

"El mandará al gran mar, y será arrojado hacia los países del aquilón, y las islas serán una sola tierra.

"Y el país de Jerusalén y el de Sión volverán a sus propios lugares, y la tierra será como en los días antes de ser dividida." (Doctrinas v Convenios 133:21-24)

Debemos estar agradecidos al profeta José Smith por la revelación que el Señor le concedió, en la cual se fija el sitio del Jardín de Edén, y por habernos dado la información de que cuando la tierra sea restaurada, como ciertamente debe acontecer, la gran ciudad de la Nueva Jerusalén se hallará en el lugar donde fué el jardín de Edén.

DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN

                                                                                                                          

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