domingo, 30 de enero de 2011

Milagro de Navidad en el incendio del tabernaculo de Provo.

 21 diciembre 2010



Como varios habrán sabido, el día viernes en la noche se declaro un incendio en el Tabernáculo de Provo, Utah, edificio construido de 1883 a 1898 y que simbolizaba no solo la vida religiosa sino que también cultural de la región.


El edificio quedo con severos daños aunque viendo las fotos, la fachada presento un mejor aspecto y ya ha dado motivo a que organizaciones sociales de la localidad, conocida por ser la ciudad de la BYU, comience a organizarse para realizar la reconstrucción del edificio. 

En cualquier caso la iglesia ha sido un poco mas prudente y ha señalado por medio de un comunicado de que aun es temprano para saber si finalmente el edificio podría ser reconstruido utilizando la fachada que quedo en pie o se tendrá que realizar una nueva construcción. 


De todas formas la parte quizás mas interesante es que ayer martes mientras se realizaban los trabajos de limpieza en el edificio fue encontrada una pintura de Jesucristo, esa de la segunda venida, la cual había sido completamente quemada excepto (y exactamente si ven la foto) el area del rostro y la silueta del cuerpo del Salvador.

Lo anterior ha dejado, con justa razón, asombrada a mucha gente y ha llegado a ser calificado como un “milagro de navidad”.

La Iglesia ha recuperado la pintura y hasta ahora no se sabe que se hará con la imagen. Interesante lo ocurrido, sin embargo he de recordar que esto no ha sido único. 


En el incendio del templo de Samoa hace unos años ocurrió un fenómeno similar en el cual, a pesar de que la estructura resulto severamente dañada, el Moroni se salvo y se transformo en un símbolo de esperanza durante la reconstrucción del edificio.










Mas imagenes del tabernaculo de Provo en:



y algunas fotos adicionales de Meridian Magazine.

Nota Personal: si fuéramos de otra iglesia estaríamos pidiendo algunos milagros a la imagen comentada pero como dato curioso nos hace recordar que la venida del Señor esta próxima y que sera por fuego en esta ocasión por lo que debemos estar preparados. by autor

sábado, 29 de enero de 2011

Liahona Febrero 2011

Pocas alegrías en la vida son más dulces y más duraderas que el saber que uno ha ayudado a otras personas a llevar el evangelio de Jesucristo a su corazón. Todos los miembros de la Iglesia tienen la oportunidad de sentir ese gozo. Al bautizarnos, hicimos la promesa de que seríamos “testigos de Dios en todo tiempo, y entodas las cosas y en todo lugar en que estuviésemos, aunhasta la muerte, para que seamos redimidos por Dios, y se[amos] contados con los de la primera resurrección, paraque teng[amos] vida eterna” (Mosíah 18:9).Todos los miembros aceptan parte de la responsabilidad que se dio a la Iglesia de llevar el evangelio deJesucristo al mundo, dondequiera que se encuentren y mientras vivan. El Señor dijo claramente: “He aquí, osenvié para testificar y amonestar al pueblo, y conviene quetodo hombre que ha sido amonestado, amoneste a su prójimo” (D. y C. 88:81). Los misioneros de tiempo completohan de tener el poder para enseñar a quienes todavía no sean miembros de la Iglesia. Los miembros de la Iglesiahan de tener el poder para encontrar a aquellas personas que el Señor haya preparado aun de que los misioneros les enseñen. Debemos ejercer nuestra fe en que el Señor ha preparado a personas que se encuentran a nuestro alrededor...... Seguir leyendo en Liahona Febrero 2011  
Liahona Febrero 2011                                                                                                                            

Citas inspiradas de Apóstoles y Profetas.

"Esta iglesia no pertenece a su Presidente. Su cabeza es el Señor Jesucristo, quien nos ha llamado a cada uno de nosotros para tomar esta responsabilidad, que hemos tomado sobre nosotros mismos. Estamos todos juntos en esta gran Obra. Estamos aquí ayudar a nuestro Padre en Su trabajo y Su gloria. ... Su obligación en su esfera de responsabilidad es tan seria como mi obligación en mi esfera. Ningún llamamiento en esta iglesia es pequeño o de pequeñas consecuencias".



Presidente Gordon B. Hinckley.

Citas inspiradas de Apóstoles y Profetas.

"Es glorioso cuando usted puede acostarse por la noche con una conciencia tranquila de que ha hecho lo mejor para no ofender a nadie y que no perjudicado a nadie. Usted ha tratado de limpiar su corazón de todos los malos actos y si hace un esfuerzo valioso, usted puede sentir a medida que le pide a Dios que le guarde esa noche, que Él acepta su esfuerzo. Tiene un sentimiento de que es un hijo de Dios, una persona cuya alma Dios quiere salvar. Tiene la fortaleza para resistir lo malo. También tienes la certeza de que ha hecho que el mundo sea mejor por haber vivido en él. Estas y otras incontables virtudes y condiciones están todas incluidas en el Evangelio de Jesucristo.”

Presidente David O. McKay

Citas inspiradas de Apóstoles y Profetas.



"todos prestamos servicio y continuaremos prestando servicio como misioneros de toda la vida. Todos los días somos misioneros tanto en nuestra familia, como en nuestras escuelas, en nuestros lugares de trabajo y en nuestras comunidades. Sin importar nuestra edad, experiencia o condición en la vida, todos somos misioneros".




Élder David A. Bednar

Citas inspiradas de Apóstoles y Profetas.

“La debilidad no es nuestra única vulnerabilidad. Satanás también puede atacarnos donde pensamos que somos fuertes, en los mismos aspectos de nuestras vidas que creemos son nuestras fortalezas. El se nos acercará por medio de nuestros talentos más grandes y por los dones espirituales que poseemos. Si nos descuidamos, Satanás puede hacernos caer corrompiéndonos por medio de nuestras fortalezas así como atacando nuestras debilidades.”




Élder Dallin H. Oaks

miércoles, 26 de enero de 2011

La parábola de la caja fuerte del tesoro POR EL ÉLDER JAMES E. TALMAGE (1862–1933) Del Quórum de los Doce Apóstoles


Elder James E. Talmage

La parábola de la caja fuerte del tesoro


¿Cuál es el valor de un alma? Es inestimable y debe mantenerse a salvo.
El élder Talmage fue Apóstol durante veintidós años y escribió dos libros de la Iglesia cuyo uso está muy extendido hasta ahora: Jesús el Cristo yLos Artículos de fe. También publicó una serie de parábolas o relatos extraídos de su experiencia personal, que enseñan principios del Evangelio. La siguiente parábola se publicó en la revista (en inglés)Improvement Era, en octubre de 1914, págs.1108–1109.
Entre las noticias recientes se encontraba el informe de un robo, en el que se produjeron varios incidentes fuera de lo común en la literatura sobre el delito. El objeto del ataque era la caja fuerte de una casa de venta al por mayor de joyas y gemas. A juzgar por la atención y la habilidad con la que concibieron sus planes los dos ladrones, resultaba obvio que eran expertos en estas infames actividades.
Se las ingeniaron para ocultarse en el edificio y permanecieron en el interior cuando se cerraron las puertas de alta seguridad al llegar la noche. Sabían que la gran caja fuerte de acero y albañilería era de una construcción inmejorable y de una categoría garantizada a prueba de ladrones; también sabían que contenía un tesoro de un valor inmenso, y confiaban su éxito a la paciencia, persistencia y habilidad que habían desarrollado a lo largo de muchas proezas anteriores, aunque de menor importancia, en el desvalijamiento de cajas fuertes. Tenían un equipo completo, compuesto de taladradoras, sierras y otras herramientas puestas a punto para penetrar incluso el acero reforzado de aquella puerta maciza, el único medio de acceso a la caja fuerte. Había guardias armados en los pasillos del establecimiento y los alrededores del cuarto de seguridad se vigilaban diligentemente.
Los ladrones trabajaron toda aquella larga noche, taladrando y serrando alrededor de la cerradura, cuyo complicado mecanismo era imposible de manipular, incluso para alguien que conociera la combinación, antes de la hora a la que se había fijado el temporizador. Habían calculado que, con un trabajo constante, tendrían tiempo suficiente durante la noche para abrir la caja fuerte y hacerse de todos los bienes que fueran capaces de transportar; entonces se fiarían a su suerte, atrevimiento o fuerza para huir. No vacilarían en matar si encontraban resistencia. Aunque las dificultades de este proyecto fueron mayores de lo que esperaban, estos hábiles criminales lograron acceder al interior de la cerradura con sus herramientas y explosivos; entonces retiraron los pernos y forzaron la apertura de aquellas voluminosas puertas.
¿Qué vieron en el interior? ¿Piensan que vieron cajones llenos de gemas, bandejas de diamantes, rubíes y perlas? Todo esto y mucho más esperaban encontrar y obtener; pero en vez de ello, se toparon con una nueva caja fuerte interior, con una puerta más pesada y más resistente que la primera, equipada con una cerradura mecánica con un sistema más complicado que aquella que tanto esfuerzo les había requerido. El metal de la segunda puerta era de una calidad tan superior que hizo que se astillaran sus sólidas herramientas; por más que lo intentaron, no lograron ni siquiera causarle un rasguño. Aquella energía mal empleada no dio fruto; sus planes infames quedaron frustrados.
La puerta exterior de la caja del tesoro es semejante a la reputación de la persona; la puerta interna se asemeja a su carácter. El buen nombre es una firme defensa, pero aunque sufra ataques o incluso quede arruinado o dañado, el alma albergada en su interior está a salvo, siempre y cuando el carácter interno sea impenetrable.
El relato de la siguiente página da un ejemplo de un joven que fortaleció su carácter al tomar una decisión correcta.

Cómo forjar un carácter firme

Elder Richard G. Scott
“El carácter es la manifestación de lo que llegarás a ser. Un carácter moralmente firme es el resultado de haber hecho elecciones correctas durante las pruebas de la vida. Tu fe te guiará a hacer esas elecciones correctas…
“…El fundamento del carácter es la integridad. El carácter digno fortalecerá tu capacidad para responder con obediencia a la guía del Espíritu. Llegarás a tener un carácter recto, lo cual es más importante que lo que posees, que lo que hayas aprendido o las metas que hayas logrado, lo que dará por resultado que se te tenga confianza. Un carácter recto proporciona el cimiento de la fortaleza espiritual. Permite que en tiempos de pruebas tomes correctamente decisiones difíciles y muy importantes, aun cuando parezcan abrumantes. Testifico que ni Satanás ni ningún otro poder puede debilitar ni destruir tu creciente carácter, sólo tú puedes hacerlo, mediante la desobediencia.
“El plan de nuestro Padre es maravilloso. El ejercicio de la fe edifica el carácter. El carácter fortalecido aumenta tu capacidad para ejercer fe; por tanto, tu confianza en conquistar las pruebas de la vida aumenta y el ciclo de fortalecimiento sigue; es decir que, cuanto más se fortifique tu carácter, más se fortificará el poder de tu fe”.
Élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, “El poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y de pruebas” véaseLiahona, mayo de 2003, pág. 77.
James E. Talmage, "La parábola de la caja fuerte del tesoro", liahona, Febrero de 2010, 52–53 

El Triptico Dominical.

El Triptico Dominical.

Queridos hermanos esperamos que el triptico dominical este cumpliendo con la labor por la cual es creado que es la de hacer llegara ustedes los anuncios y eventos importantes que nos afecten como Barrio así como las fechas y horarios de las mismas, sin embargo como Obispado nuestra verdadera intención es hacerles llegar un mensaje que les inspire y ayude durante la semana para que la fortaleza de sus hogares sea mayor. por lo anterior y para seguir con esta hermosa labor les pedimos que puedan mandarnos sus comentarios, dudas y sugerencias para enriquecer mas aun esta gran herramienta que es de ustedes y para ustedes.

Ademas de mencionar que el triptico se estará publicando en el blog para la consulta de ustedes. (en espera)

Obispado Tepalcapa.

La Dedicación de Toda una Vida

La Dedicación de Toda una Vida
Élder Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce Apóstoles
Transmisión del SEI para Jóvenes Mayores • 1º de mayo de 2005 • Oakland, California


Mis hermanos y hermanas: Estoy muy agradecido al coro por esa música tan inspiradora, y agradezco al presidente Steven Edgren esa presentación.Me siento muy feliz de estar aquí en Oakland. Tanto a los que se encuentran aquí, como a los que están en otros lugares, les agradezco su presencia.

Me siento contento de hablar a esta audiencia de jóvenes mayores de 18 a 30 años de edad. Nuestra hija más pequeña está entre esas edades, como así también 15 de nuestros 28 nietos. Es por eso que tengo un interés especial en las personas de 18 a 30 años.Vivan el Evangelio día a díaAl hablarles a ustedes, hablo al futuro. Ustedes son los futuros líderes de los negocios, de la educación, de la ciencia, de las ciudades, de los estados, de los países y de la Iglesia. Y aún más importante, ustedes son los futuros líderes de las familias de la Iglesia.En preparación para esta noche, estudié un discurso que se pronunció en una charla fogonera para Jóvenes Mayores reciente, que se llevó a cabo el domingo 6 de febrero en el Centro Marriott de la Universidad Brigham Young. El orador fue el élder Russell M. Nelson del Quórum de los Doce.

Para mí, el estudiar su discurso fue a la vez edificante y conmovedor.Ustedes recordarán que el élder Nelson les pidió que pensaran “en ustedes, no en como son ahora, sino en lo que podrían llegar a ser dentro de 50 años”. Les preguntó: “¿Qué desearían ser en 50 años?”. Y luego les impartió un extraordinario mensaje acerca de “La fe y las familias”. Les habló sobre su propia vida y la de su querida compañera Dantzel. Habló sobre su larga lucha para obtener una profesión. Habló sobre las decisiones que tomaron durante su vida matrimonial, buscando siempre primeramente el reino de Dios. La fe, dijo, ha sido siempre la “estrella que nos ha guiado en la vida matrimonial”. Recordó el hecho de que no pudo cobrar por sus servicios como cirujano sino hasta después de terminar sus estudios de 12 años en la facultad de medicina. Para ese entonces tenían cinco hijos. Pueden imaginar la fe que ejercieron y los sacrificios que hicieron para sacar adelante a su familia mientras el Dr. Nelson terminaba ese largo período de preparación profesional. (Véase La fe y las familias [charla fogonera del SEI para Jóvenes Mayores, 6 de febrero de 2005, págs. 1–2.)Si escucharon el extraordinario mensaje que el élder Nelson dio en la conferencia de abril, sabrán por qué fue para mí conmovedor leer su discurso del SEI del pasado 6 de febrero. En él, rindió un maravilloso y merecido tributo a su querida compañera y, sólo seis días después, ella falleció repentinamente. En verdad, tal como el élder Nelson nos enseñó, la vida tiene sorpresas inesperadas y, por consiguiente, no sólo debemos pensar qué desearíamos ser en 50 años, sino también vivir día a día para estar siempre listos por si en forma inesperada se nos llama a dejar esta vida.“Mirad que las hagáis”La semana pasada, mientras hablaba con otro miembro del Quórum de los Doce acerca de los comentarios que recibimos sobre nuestros discursos de la conferencia de abril, mi amigo dijo que alguien le había dicho: “Disfruté mucho de su discurso”.

Estuvimos de acuerdo en que esa no es la clase de comentario que queremos recibir. Como dijo mi amigo: “Yo no di ese discurso para que se disfrutara. ¿Pensará él que estoy aquí para entretener?” Otro miembro del Quórum se unió a la conversación y comentó: “Eso me recuerda el relato de un ministro que, cuando uno de sus feligreses le dijo que había disfrutado mucho de su sermón, él le contestó: ‘Si fue así, es que no lo comprendió’ ”.Recordarán que en esta conferencia de abril yo hablé sobre la pornografía. Bueno, nadie me dijo que había “disfrutado” de mi discurso, ¡nadie! En realidad, no había nada placentero en él, ni siquiera para mí.He hablado de esas conversaciones recientes para enseñar el principio de que un mensaje dado por una Autoridad General en una conferencia general —que es un mensaje preparado bajo la influencia del Espíritu para sacar adelante la obra del Señor— no se da para que se disfrute; sino para inspirar, edificar, desafiar o corregir. Se da para oírlo bajo la influencia del Espíritu del Señor, con la intención de que quien lo escuche aprenda de él y del Espíritu lo que debe hacer al respecto.El rey Benjamín comprendió ese principio y lo explicó. Su grandioso sermón, que se registra en los primeros capítulos del libro de Mosíah, comienza con estas palabras:“Hermanos míos, todos los que os habéis congregado, vosotros que podéis oír las palabras que os declararé hoy… no os he mandado subir hasta aquí para tratar livianamente las palabras que os hable, sino para que me escuchéis, y abráis vuestros oídos para que podáis oír, y vuestros corazones para que podáis entender” (Mosíah 2:9).Tal como este profeta y rey enseñó, al escuchar a un siervo del Señor no debemos “tratar livianamente las palabras” que él hable. 

Es nuestro deber abrir los oídos para oír y el corazón para entender. Y lo que debemos tratar de comprender es qué debemos hacer en relación con el mensaje. Estoy seguro de que es lo que el rey Benjamín quiso decir, ya que más adelante en su gran mensaje dijo: “y ahora bien, si creéis todas estas cosas, mirad que las hagáis” (Mosíah 4:10). Por favor, recuerden ese principio mientras me dirijo a ustedes en este día de reposo.“La dedicación tranquila y constante de toda una vida”He titulado mi discurso: “La dedicación de toda una vida”. He sacado este título de algo que dijo el gobernador Adlai E. Stevenson de Illinois, quien en 1952 y en 1956, fue candidato a presidente de los Estados Unidos por el Partido Demócrata. Él fue un buen hombre y posiblemente hubiera sido presidente si su oponente no hubiese sido el popular candidato Dwight D. Eisenhower.Al hablar en una Convención de la Legión Americana, Stevenson pronunció esta sabia declaración acerca del patriotismo: “No necesitamos breves y frenéticos despliegues de emoción, sino la dedicación tranquila y constante de toda una vida” (discurso pronunciado el 27 de agosto de 1952, citado por John Bartlett en Familiar Quotations, Boston: Little, Brown and Co., 1955, pág. 986)”. Me gusta eso: “No… breves y frenéticos despliegues de emoción, sino la dedicación tranquila y constante de toda una vida”. Utilizaré esa descripción de patriotismo como una fórmula para saber cómo vivir el Evangelio.Algunas personas viven el Evangelio con “breves y frenéticos despliegues de emoción”, seguidos de largos períodos de inactividad o de actuación irregular e inconsistente. Para vivir el Evangelio se necesita “la dedicación tranquila y constante de toda una vida”.Por tanto, ¿qué significa obedecer los mandamientos, guardar nuestros convenios y servir al Señor con “la dedicación tranquila y constante de toda una vida”? Significa ser 100% Santo de los Últimos Días, el 100% del tiempo. En términos de las Escrituras, significa seguir la dirección que el rey Benjamín dio a su pueblo: “…quisiera que fueseis firmes e inmutables, abundando siempre en buenas obras para que Cristo, el Señor Dios Omnipotente, pueda sellaros como suyos” (Mosíah 5:15). Significa seguir el ruego que hizo Lehi a su inconstante hijo: “¡Oh, si fueras tú semejante a este valle, firme, constante e inmutable en guardar los mandamientos del Señor!” (1 Nefi 2:10).

La “dedicación de toda una vida” requiere que la persona sea constante y tranquila, firme e inmutable. Debemos aferrarnos a nuestros convenios y al liderazgo y a las enseñanzas de los siervos del Señor para que, como escribió el apóstol Pablo, “ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14). Esa es nuestra norma y nuestra meta. Esa norma firme requiere que evitemos los extremos. Nuestra actuación debe ser el 100% constante de un siervo dedicado, y no el frenético y esporádico 120% de un fanático.Un estimado profesor que tuve en la Universidad Brigham Young, hace ya muchos años, dio esta definición de un fanático: “Un fanático es una persona que pierde la visión de su meta, pero que redobla sus esfuerzos por llegar a ella”. Esa definición ha sido una excelente guía para mí a lo largo de mi vida, y se las recomiendo también a ustedes. No busquen probar su dedicación mediante excesos fanáticos o tratando de parecer mejores y más santos que los demás. Pagamos el diezmo, pero recuerden que el diezmo es un 10% fijo, no un 8% ni especialmente un intermitente 12% pagado en arrebatos frenéticos.Eso me recuerda la preocupación que el presidente Harold B. Lee me expresó cuando yo era presidente de la Universidad Brigham Young. 

Poco antes de la dedicación del Templo de Provo, me habló de la preocupación que sentía de que la cercanía del templo hiciera que algunos de los alumnos de la Universidad Brigham Young asistieran al templo con tanta frecuencia que descuidaran sus estudios. Me instó a colaborar con los presidentes de estaca de la universidad para tener la seguridad de que los alumnos comprendieran que aun algo tan sagrado e importante como la obra del templo debía realizarse con prudencia y orden para que los alumnos no descuidaran sus estudios, los cuales debían ser su mayor concentración en esa época de ser estudiantes en la Universidad Brigham Young.Los peligros de llevar los buenos principios al excesoHace más de una década, di un discurso titulado: “Nuestros puntos fuertes se pueden convertir en nuestra ruina” (Liahona, mayo de 1995, págs. 10–23). En él hablé sobre qué sucede cuando aplicamos al extremo un buen principio o mandamiento, y di veinte ejemplos. He adaptado cinco de ellos a mi ruego actual de que practiquemos una dedicación tranquila y constante de toda una vida en lugar de lo que el gobernador Stevenson llamó “breves y frenéticos despliegues de emoción”.Bastante apropiadamente, mi primer ejemplo se relaciona con el patriotismo. Aun el amor a la patria, si lo llevamos al extremo, puede dañarnos espiritualmente. Hay algunos ciudadanos cuyo patriotismo (como ellos lo definen) es tan frenético y consumidor que parece anular cualquier otra responsabilidad, incluso la familia y la Iglesia. Por ejemplo, oímos sobre algunos de esos que dicen ser muy patriotas que participan en ejércitos privados, o los ayudan, y se preparan en forma privada para conflictos armados. Su celo excesivo por un aspecto del patriotismo los daña espiritualmente cuando se alejan de la sociedad de la Iglesia y cuando se separan del gobierno de las autoridades civiles a las cuales estamos todos sujetos, según nos lo indica el artículo de fe número doce.

Mi segundo ejemplo se relaciona con personas que se han concentrado completamente en una doctrina o en un mandamiento en particular del Evangelio de Jesucristo, que podría ser una concentración desmedida en la obra de historia familiar, una preocupación inusual e intensa en el gobierno constitucional o alguna otra ocupación exclusiva.En un memorable mensaje impartido en la conferencia de octubre de 1971, el élder Boyd K. Packer comparó la plenitud del Evangelio con el teclado de un piano. Él nos recordó que una persona podía ser “atraída hacia una sola tecla”, tal como una doctrina que desea que “se toque una y otra vez”. Él explicó:“Algunos miembros de la Iglesia que deberían tener mayor prudencia seleccionan su tecla o sus dos teclas favoritas y las tocan incesantemente... Se les olvida que hay una plenitud del Evangelio…[la cual ellos rechazan] prefiriendo una nota favorita; y esto por fin se convierte en exageración y los lleva a la apostasía” (citado en “Nuestros puntos fuertes se pueden convertir en nuestra ruina”, Liahona, mayo de 1995, pág. 13).De esas personas podríamos decir lo mismo que dijo el Señor de los miembros de la secta de los tembladores, de “que ellos desean conocer la verdad en parte, pero no toda” (D. y C. 49:2). Por lo tanto, les digo, tengan cuidado de la tecla favorita. Si sólo tocan una tecla, excluyendo o perjudicando seriamente la armonía plena del teclado del Evangelio, se están desviando de la recomendada dedicación tranquila y constante de toda una vida.En medio de esos ejemplos acerca del peligro de llevar al extremo los buenos principios, debo confesar una de mis deficiencias. Habrán escuchado el antiguo adagio: “No seas el primero en probar lo nuevo ni el último en dejar a un lado lo viejo”. Cuando se trata de las maravillas de la tecnología de esta generación, como la computadora, creo que yo soy el último en dejar a un lado lo viejo.Yo sigo utilizando una máquina de escribir manual. Por más de 50 años, he escrito cartas, memorandos y parte de mis discursos en una serie de máquinas de escribir manuales. Hace unos años, la última de ellas, mi portátil vieja máquina de escribir manual, finalmente dejó de funcionar. Comencé entonces a buscar una para reemplazarla, pero no fue fácil.La generación tecnológica que le siguió a la máquina de escribir manual, fue la máquina de escribir eléctrica, pero yo la pasé por alto. 

Lo siguiente fue el equipo de procesamiento de textos y las computadoras con niveles increíblemente complejos, como los que utilizó mi capaz secretaria, Margie McKnight, para preparar numerosos borradores de este discurso. Las computadoras son lo que se vende en los comercios hoy día, por lo que no me debió asombrar el que los jóvenes vendedores me miraran perplejos cuando les pedía una máquina de escribir portátil y manual. Uno de ellos, con mucha imaginación, trajo orgullosamente una máquina de escribir eléctrica pequeña y lo suficientemente liviana como para llevarla de un tomacorriente a otro, y me preguntó si era eso lo que yo deseaba.Por fin, encontré un pequeño comercio, cuyo canoso propietario sabía lo que era una máquina de escribir portátil. Tenía una en el depósito, que yo compré entusiasmado. El dueño estaba un poco perplejo acerca de lo que yo pensaba hacer con ella, pero era demasiado cortés como para preguntar, por lo que se aventuró a adivinar. Al entregarme mi nueva máquina manual me dijo: “No vendemos muchas de éstas; usted debe acampar mucho”. ¡Ésa es una historia verdadera!Seguiré con el tercer ejemplo acerca del contraste entre la dedicación constante y los breves y frenéticos despliegues de emoción. La disposición de sacrificar todo lo que poseemos en la obra del Señor es ciertamente una señal de dedicación. De hecho, es un convenio que hacemos en lugares sagrados. Pero eso debe confinarse cuidadosamente a esos sacrificios que el Señor y sus líderes nos piden en este momento. Junto con Alma, deberíamos decir: “…¿por qué he de desear algo más que hacer la obra a la que he sido llamado?” (Alma 29:6). Las personas que consideran que es insuficiente pagar sus diezmos y ofrendas y trabajar en los cargos para los cuales han sido llamados pueden fácilmente dejarse arrastrar por grupos de cultos que ofrecen lo que llamaré “válvulas de escape frenéticas” para su buena disposición para el sacrificio.Un cuarto ejemplo se relaciona con las metas. 

El concentrarnos en nuestras metas refleja una gran fortaleza. Todos hemos visto los buenos frutos de ello. Sin embargo, una concentración demasiado intensa en las metas puede hacer que una persona se olvide de la importancia de alcanzarla por medios correctos. Cuando eso sucede, una encomiable dedicación constante se puede transformar en un peligroso furor extremo.Un quinto aspecto en el cual debemos seguir un curso constante y evitar los extremos frenéticos se trata del aspecto económico. Se nos ha mandado que demos a los pobres. ¿Se podría llevar el cumplimiento de esa fundamental obligación cristiana a los extremos? Sí, se podría. Yo lo he visto. Quizás ustedes también hayan visto personas que cumplen con el deber de dar a los pobres hasta tal punto que empobrecen a su propia familia al gastar los bienes o el tiempo que necesitan dedicar a sus familiares.Utilizando una expresión del campo, les digo que no debemos comernos el maíz que tenemos para semilla. El llegar a ese extremo nos privaría de la capacidad para sembrar y recoger la cosecha del próximo año con la que mantendríamos a nuestra familia y daríamos a los pobres. El rey Benjamín, que mandó a su pueblo dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo y administrar para su alivio (véase Mosíah 4:26), también les advirtió que “se hagan todas estas cosas con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten” (versículo 27; véase también D. y C. 10:4).Al terminar con mis cinco ejemplos, debo extender una advertencia. Ese principio que he expuesto, de que debemos ejercer una dedicación constante y evitar llegar a los extremos frenéticos, se podría entender que se aplica al hecho de que debemos tener “moderación en todas las cosas”. No es así. El Salvador nos ha mandado servirlo con todo nuestro “corazón, alma, mente y fuerza” (D. y C. 4:2), buscar “con empeño las riquezas de la eternidad” (D. y C. 68:31), y ser “valientes en el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:79). También nos ha dicho que si somos tibios, Él nos vomitará de Su boca (véase Apocalipsis 3:16). La idea central de mis ejemplos es que debemos ser firmes y constantes en nuestra dedicación y nuestro desempeño.

Las salidas en pareja en lugar de juntarse para pasar el ratoHe tratado de dar ejemplos de la importancia de una dedicación constante de toda una vida, y he advertido en contra de los peligros de llevar los buenos principios a los extremos. Si todavía no he logrado desafiarles a que analicen su propio comportamiento, quizás mi último tema lo haga.En el discurso que pronunció en la ceremonia de graduación de la Universidad Brigham Young hace dos semanas, el élder Earl C. Tingey mencionó un artículo que se publicó en un ejemplar reciente de la revista Time acerca de gente de la edad de ustedes. En él se dice que los años comprendidos entre los 18 y los 25 años se han convertido en “una etapa de vida diferente y separada; un País de Nunca Jamás extraño y transitivo entre la adolescencia y la vida adulta en que la gente se estanca por algunos años más, [posponiendo]… la responsabilidad de los adultos” (Lev Grossman, “Grow Up? Not So Fast”, Time Magazine, 24 de enero de 2005, pág. 44). El artículo describe esas personas transitivas como “adolescentes permanentes... unos Peter Pan de veinte y tantos años” (Ibid., pág. 42). El élder Tingey desarrolló su análisis en términos más conocidos para la audiencia de graduados de la Universidad Brigham Young y sus familiares y habló de la “indecisión que algunos graduados universitarios tienen para... aceptar las responsabilidades del matrimonio y la familia” (discurso pronunciado en la ceremonia de graduación, 21 de abril de 2005).Esa tendencia de posponer las responsabilidades de adultos, incluso el matrimonio y la familia, se ve por cierto entre nuestros jóvenes mayores SUD. La edad promedio de contraer matrimonio ha aumentado en las últimas décadas y la cantidad de niños que nacen de parejas SUD ha disminuido. El mensaje de la charla fogonera de hace tres meses del élder Nelson, “La fe y la familia”, habla de ese tema y es a la vez parte del mío, “La dedicación de toda una vida”. 

Por consiguiente, para terminar, voy a compartir algunas preocupaciones acerca de ciertas prácticas que reinan en las relaciones de los jóvenes solteros SUD en Norteamérica.Observadores bien informados indican que las salidas en pareja han casi desaparecido de los campus universitarios y entre los jóvenes mayores en general, y han sido reemplazadas por algo que llaman “juntarse para pasar el rato” (véase Bruce A. Chadwick, “Hanging Out, Hooking Up, and Celestial Marriage”, en Brigham Young University 2002–2003 Speeches, 2003, págs. 1–8). Aparentemente ustedes ya saben de qué se trata, pero lo voy a describir para beneficio de nosotros, los que somos de edad madura y mayores y por lo demás mal informados. El “juntarse para pasar el rato” consiste en que varios jóvenes y señoritas se juntan para llevar a cabo actividades de grupo. Es muy diferente a salir en pareja.Para el beneficio de ustedes que no son de edad madura ni mayores, es necesario que también les describa lo que es salir en pareja. A diferencia de “juntarse para pasar el rato”, el salir en pareja no es un deporte que se juega en equipo, sino que es experimentar la clase de asociación y compromiso temporal de una persona con otra que puede llevar al matrimonio, en algunos raros y preciados casos.¿Qué ha hecho que las salidas en pareja sean una especie en peligro de extinción? No lo sé, pero puedo ver algunos factores que contribuyen a ello:1. La corriente cultural de nuestro mundo está en contra de los compromisos en las relaciones familiares. Por ejemplo, el divorcio se ha hecho legalmente fácil y el tener hijos se ha convertido en algo impopular. Esas presiones en contra de contraer compromisos sirven obviamente a la oposición del diablo al plan del Padre para Sus hijos. El plan se basa en guardar convenios o compromisos. Cualquier cosa que nos aparte de contraer compromisos debilita nuestra capacidad para participar en el plan. El salir en pareja implica un compromiso, aun cuando sólo sea por algunas horas. El juntarse para pasar el rato no implica ningún compromiso, por lo menos para los hombres si las mujeres proporcionan la comida y el lugar de reunión.2. El efecto del movimiento femenino que lucha por que la mujer logre la igualdad con el hombre ha contribuido a desalentar las salidas en pareja. A medida que las opciones de las mujeres han aumentado y que algunas de ellas se han vuelto más agresivas, algunos hombres no desean tomar la iniciativa masculina tradicional, tal como el de invitar a una joven a salir en pareja, no sea que se piense que califican para que se les aplique el temido término de “machistas”.3. El juntarse para pasar el rato se pinta de color rosa en los programas de televisión sobre personas solteras.4. El significado de una “salida en pareja” también ha cambiado ya que cuesta demasiado.

Vi esa tendencia entre nuestros hijos más pequeños. Por alguna razón, los muchachos de la secundaria piensan que deben hacer algo complicado o excéntrico para pedirles a las jovencitas que salgan con ellos, especialmente al baile de gala de la escuela, y éstas piensan que ellas deben hacer algo similar para aceptar. Además, la salida debe ser una producción costosa. Yo presencié algo así en el campus de la Universidad Brigham Young durante la década de los 70. Recuerdo haber visto a una pareja cenar en la franja del medio de la calle, que divide las dos vías de tránsito, al sur del estadio de fútbol americano de la Universidad Brigham Young, servidos por sus amigos.Todo ello hace que las salidas se vuelvan más difíciles. Y cuanto más complicada y costosa se vuelve la salida, menos salidas en pareja hay. Al ser estas salidas cada vez menos y al ser más complicadas, parece crearse la expectativa de que una salida así implica cierto grado de seriedad o de compromiso continuo. Esa expectativa desalienta esas salidas aún más. Ya pasaron de moda las sencillas y baratas llamadas por teléfono que sus padres, abuelos y yo solíamos hacer, y que eran algo como esto: “¿Qué vas a hacer esta noche?” “¿Quieres ir al cine?” o “¿Quieres ir a caminar al centro?”. Las salidas en pareja así pueden ser frecuentes y no intimidantes, ya que no implican un compromiso continuo.Las salidas en pareja, sencillas y frecuentes, permiten tanto al hombre como a la mujer conocer a más personas y por lo tanto evaluar más a fondo a los futuros pretendientes. Las salidas chapadas a la antigua eran un magnífico modo de llegar a conocer a alguien del sexo opuesto, ya que fomentaban la conversación y permitían ver cómo uno trataba a los demás y cómo lo trataban a uno en situaciones en que sólo estaban los dos. Daban también la oportunidad de aprender a iniciar y sostener una relación madura. Nada de eso sucede cuando se juntan para pasar el rato.

Mis queridos hermanos y hermanas: Sigan ese modelo de salidas en pareja y no necesitarán buscar a su pareja en Internet por medio de los “chat rooms” [salas de charla] o los servicios de citas, dos opciones que pueden ser muy peligrosas, o por lo menos innecesarias o inefectivas.Existe otro factor que posiblemente contribuya a la desaparición de las salidas en pareja y de la importancia que ha adquirido la costumbre de juntarse para pasar el rato. Por muchos años la Iglesia ha aconsejado a los jóvenes a no salir en pareja antes de los 16 años. Quizás algunos jóvenes mayores, especialmente los varones, han llevado ese consejo a los extremos y han tomado la determinación de no hacerlo antes de los 26 e incluso los 36 años.Muchachos: si han regresado de la misión y todavía siguen el modelo de salidas que se les aconsejó que siguieran cuando tenían 15 años, es tiempo de que crezcan, sean valientes y busquen a alguien para conocerse mejor y salir juntos. Comiencen con diferentes salidas y con diferentes jóvenes y cuando vean que esa fase fructifica en una buena perspectiva, sigan con el cortejo y el noviazgo. Es hora de contraer matrimonio. 

Eso es lo que el Señor quiere para Sus hijos e hijas jóvenes mayores. Los hombres tienen la iniciativa, y deben empezar a salir en citas. Si no saben lo que es salir en pareja, quizás esta definición les ayude. La oí de mi nieta de 18 años. Una “salida en pareja” debe pasar la prueba de las tres Ps. (1) se planea con anticipación, (2) se paga por ella y (3) se hace en pareja.Jovencitas, resístanse a juntarse demasiado para pasar el rato y fomenten las salidas en pareja que sean sencillas, no costosas y frecuentes. No hagan que sea fácil para los hombres pasar el rato en lugares en los que ustedes proporcionan la comida. No apoyen a los aprovechadores. Una actividad de grupo de vez en cuando está bien, pero cuando ustedes vean muchachos cuya principal interacción con el sexo opuesto es juntarse para pasar el rato, creo que deben ponerle candado a la despensa y cerrar la puerta.Si lo hacen, entonces también deberían colgar un cartel que diga: “Abierto para salidas en pareja”, o algo por el estilo. Jovencitas, les ruego que hagan que sea fácil para los hombres tímidos pedirles que salgan con ellos en salidas sencillas y no costosas. Parte de ello implica el evitar dar la impresión de que una salida en pareja es algo muy serio. Si persuadimos a los hombres a pedir a las jóvenes a salir en pareja más frecuentemente, debemos establecer una expectativa mutua de que salir en pareja no implica un compromiso continuo. Finalmente, señoritas, al rechazar una salida, sean amables. De otra forma, podrían destruir a un joven nervioso y tímido y hacer que jamás vuelva a pedir a nadie que salga con él, lo que podría perjudicar a otra hermana.Mis queridos jóvenes solteros: les aconsejamos que canalicen su asociación con el sexo opuesto siguiendo el modelo de salidas en pareja que tengan el potencial de llegar a madurar hasta el matrimonio, y no siguiendo modelos de juntarse para pasar el rato, que sólo tienen la posibilidad de llegar a desarrollarse en un deporte de equipo, tal como el voleibol. El matrimonio no es una actividad de grupo, no por lo menos hasta que los hijos llegan en gran cantidad.Hermanas, ustedes han disfrutado de que yo me haya concentrado mayormente en las responsabilidades de los hombres solteros, pero ahora tengo algunas palabras para las mujeres solteras.Si ustedes no están haciendo nada porque están esperando un pretendiente para el matrimonio, dejen de esperar. Quizás nunca tengan la oportunidad de tener un matrimonio apropiado en esta vida, por lo que dejen de esperar y sigan adelante. 

Prepárense para la vida —aun para una vida de solteras— obteniendo instrucción formal, experiencia y planificando. No esperen que la felicidad les caiga del cielo. Búsquenla por medio del servicio y el aprendizaje. Formen su propia vida y confíen en el Señor. Su dedicación de toda una vida debe seguir el consejo del rey Benjamín de “invoca[r] el nombre del Señor diariamente, y permanec[er] firmes en la fe de lo que está por venir” (Mosíah 4:11).“Se gobiernan a sí mismos”Y bien, hermanas solteras, tengo una testigo experta a la que deseo invitar al púlpito en este momento. Es mi esposa, Kristen, quien, como adulta, fue soltera por unos 35 años antes de que nos casáramos. Quisiera pedirle que venga y nos diga lo que siente su corazón.Hermana Kristen Oaks: Gracias, élder Oaks. Me casé a los cincuenta y tantos años, y siento que me estoy convirtiendo en el símbolo representativo de la vejez.Antes de comenzar, tengo el sentimiento de decirles cuánto las ama su Padre Celestial. Estamos en Oakland, y acabo de ir al centro de visitantes, que está cruzando la calle, con el presidente Robert Bauman de la misión. Vimos El Cristo y el mensaje del Cristo Viviente, y penetró mi corazón. Éste es el tiempo de ustedes. Hagan que cuente y, para ello, dediquen su tiempo a su Padre Celestial.Me encanta lo que dijo el presidente Packer en cuanto a la Expiación. La Expiación no es algo que sucede al final de nuestra vida, sino algo que sucede todos los días de nuestra vida. Y por eso digo a nuestras hermanas solteras, hagan que cuente.Puede ser muy doloroso ser soltera por tanto tiempo, especialmente en una Iglesia de familias. Yo sé lo que se siente. Cuando cumplí 50 años, mi cuñado estaba leyendo el periódico y me dijo: “Oye, aquí en el periódico dice que a la edad de 50 años las posibilidades de que uno muera por un ataque terrorista son mayores que las de casarse”. Yo sabía que el salir en citas era difícil cuando dijo eso, pero no se den por vencidas. El salir en citas no es una actividad terrorista.También me gustaría decirles que mantengan un equilibrio. Como mujer soltera, yo tuve que seguir adelante; obtuve un doctorado y me metí tanto en mi profesión que me olvidé de ser una buena persona. Quisiera decirles a todos los que están aquí presentes que nunca olviden que su primer llamamiento es el de ser madre o padre. Desarrollen esos talentos domésticos, talentos de amor y de servicio. Siendo soltera, tenía que buscar proyectos de servicio, y ahora tengo uno que se sienta frente a mí en la mesa todas las noches. Estoy muy agradecida por ello.Para terminar, pienso en los tiempos dolorosos de nuestra vida, los cuales ocurrirán ya sea que estén solteros o casados. 

Tal vez tengan un hijo que esté muy enfermo, o quizá sufran la muerte de un ser muy querido, o bien, tal vez tengan un período durante su vida de mucha soledad. Quizá pierdan un hijo o enfrenten una situación sobre la cual no tengan control, tal como una enfermedad prolongada. Quisiera pedirles que consagren eso al Padre Celestial. En Helamán 3:35 leemos que si entregamos el corazón a Dios, todas nuestras acciones servirán para santificarnos, y es por eso que toda ocasión es una ocasión bendita.Ustedes son mi grupo favorito de todo el mundo, y siento ese cariño porque sé lo que se siente estar en su lugar, y yo lo estuve por mucho, mucho tiempo.Quiero que sepan que esta es la Iglesia del Dios viviente, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Es Su Iglesia. Estoy tan agradecida de tener un profeta viviente, el presidente Gordon B. Hinckley. Y, sobre todo, sé que tenemos un Padre Celestial que nos ama, porque Él fue mi mejor amigo cuando no había nadie más que me quisiera. Lo digo en el nombre de Jesucristo. Amén.Élder Dallin H. Oaks: Gracias, Kristen. Y bien, hermanos y hermanas, si se sienten atribulados por algo de lo que dijimos, presten mucha atención a lo que voy a decir ahora. Quizá alguno de ustedes es un joven que se siente presionado por lo que dije acerca de comenzar a salir en pareja con el fin de llegar al matrimonio; o una joven atribulada por lo que hemos dicho en cuanto a que deben seguir adelante con su vida.Si ustedes piensan que son un caso especial, y que el poderoso consejo que he dado no se aplica a ustedes, por favor, no me manden una carta. ¿Por qué les pido eso? He aprendido que esa clase de consejo directo que les he dado da como resultado una enorme cantidad de cartas de personas que piensan que son una excepción y que desean que yo les confirme que las cosas que he dicho no se aplican a ellas, debido a sus circunstancias especiales.Para explicarles por qué no les puedo ofrecer el consuelo que me solicitan en esa clase de cartas, les contaré una experiencia que tuve con otra persona que se sintió muy atribulada por una regla general, de la cual hablé en un discurso, en el cual me referí al mandamiento “No matarás” (Éxodo 20:13). Después de eso, un hombre llegó hasta mí llorando y diciéndome que lo que yo dije demostraba que no había esperanza para él. “¿Qué quiere decir?”, le pregunté.Me explicó que había sido artillero durante la guerra de Corea, y que durante un asalto su ametralladora había aniquilado a una enorme cantidad de soldados enemigos. Sus cuerpos se habían acumulado de tal manera que él y sus hombres habían tenido que moverlos a un lado para poder mantener libre el campo de fuego. Él había matado a cien, dijo, y ahora iría al infierno porque yo había hablado del mandamiento del Señor que dice: “No matarás”.La explicación que le di a ese hombre es la misma que les daría a ustedes si sintieran que son la excepción a lo que yo he dicho. Como Autoridad General, es mi responsabilidad predicar sobre principios generales, y cuando lo hago no trato de definir todas las excepciones. Hay excepciones para algunas reglas. Por ejemplo, nosotros creemos que no se viola el mandamiento cuando se mata siguiendo una orden en un conflicto bélico. Pero no me pidan que les dé una opinión en cuanto a su excepción. Yo sólo enseño las reglas generales. Si una excepción se aplica a ustedes, es entonces su responsabilidad, y deben resolverla individualmente entre ustedes y el Señor.

El profeta José Smith dijo lo mismo de otra forma. Cuando se le preguntó cómo gobernaba un grupo tan diverso de santos, él dijo: “Yo les enseño principios correctos y ellos se gobiernan a sí mismos” (citado por John Taylor en “The Organization of the Church”, Millennial Star, 15 de noviembre de 1851, pág. 339). Sobre lo que acabo de decir, yo simplemente enseño principios correctos e insto a cada uno de ustedes a que actúe de acuerdo a ellos al gobernarse a sí mismos.Hermanos y hermanas: ha sido un placer estar con ustedes. Es mi oración que las palabras que se han dicho esta tarde penetren sus corazones y que las entiendan por el poder del Espíritu Santo con la misma intención con la que se pronunciaron, la cual es que sean una bendición en su vida, que sean un consuelo para los afligidos y que aflijan a los que están cómodos.Esta es la Iglesia de Jesucristo, que sufrió y murió en las terribles agonías de Getsemaní y el Calvario a fin de garantizarnos la inmortalidad y la oportunidad de obtener la vida eterna. Es mi oración que el Señor nos bendiga a cada uno de nosotros a medida que tratamos de guardar los mandamientos del Señor, de hacer que nuestra mira esté más alta, de lograr que nuestras decisiones cotidianas lleguen a representar lo que he llamado la tranquila y constante dedicación de toda una vida. Esta es la Iglesia de Jesucristo, que fue restaurada en estos últimos días, con el poder del sacerdocio y la plenitud de Su Evangelio. De ello testifico, al mismo tiempo que pido las bendiciones del Señor sobre ustedes, mis nobles amigos, en el nombre de Jesucristo. Amén.

sábado, 22 de enero de 2011

¿DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN?


¿DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN?

 "He encontrado una contradicción en sus enseñanzas. La Biblia dice que el Jardín de Edén se hallaba en el hemisferio oriental y las enseñanzas de los Santos de los Últimos Días dicen que estaba en el  hemisferio  occidental, en Misurí. ¿Cómo explica usted esto?' 

Usted indudablemente conoce el pasaje que se halla en Génesis 2:10-14. He buscado en todas parles pero no he podido hallar nada concreto que satisfaga a esta persona. ¿Hay alguna orientación geográfica que apoye nuestra doctrina?"

A CONTINUACION DAMOS ESTA RESPUESTA DADA POR EL PRESIDENTE José Fielding Smith

"Es un error que la Biblia afirma que el jardín de Edén se hallaba en el hemisferio oriental. Por cierto, no hay lugar que podamos indicar definitivamente como el sitio del Jardín. Han ocurrido grandes cambios en la superficie de la tierra desde los días de Adán. Los Santos de los Últimos Días tampoco lo sabrían si el Señor no se lo hubiese revelado. El ser humano no puede obtener este conocimiento sin revelación del Señor. Por extraño que parezca, existe el concepto popular de que el Jardín de Edén se hallaba en el valle de Mesopotamia, no muy lejos del Monte Ararat, donde posó el arca. Tal concepto es Incongruente y se opone así a los hechos conocidos como a la Biblia. Podemos señalar algunas de estas incongruencias. El objeto del diluvio, como lo dice la Biblia, fué purificar la tierra de su iniquidad, que por llegar a ser tan grande, fué destruida toda la familia humana con excepción de los que se hallaban en el arca. Otra de las razones porque hubo un diluvio, fué—como se enseña por revelación dada a la Iglesia— que la tierra, igual que el género humano, tenía que ser bautizada y purificada por agua. Las Escrituras declaran que el Señor abrió "todas las fuentes de los grandes abismos y las cataratas de los cielos', e hizo que lloviera incesantemente hasta que toda la tierra quedó cubierta. Los Santos de los Últimos Días creen que esto fué el bautismo de la tierra. Citaremos uno o dos pasajes para aclarar este punto. "La primera ordenanza instituida para la purificación de la tierra fué la de inmersión en el agua; fué sepultada en el elemento líquido y las aguas barrieron todo pecado que había sobre la faz de la tierra. Al salir de las aguas, como el niño recién nacido, se hallaba inocente, salió a novedad de vida. Fué un segundo nacimiento del vientre de las grandes aguas: un mundo nuevo que surgió de los escombros del viejo, revestido con toda la inocencia de esta primera creación." (Orson Pratt en Journal of Discourses, tomo 1, página 333)


"La tierra en su condición y situación actuales no es una habitación apta para los santificados; pero obedece la ley de su creación: ha sido bautizado con agua y será bautizada con fuego y el Espíritu Santo y por último quedará preparada para que la habiten los fieles." (Brigham Young, ibid., 8:83)


No sabemos precisamente dónde construyó Noé el arca, pero nos es dicho que se mantuvo flotando sobre las aguas hasta que quedaron cubiertos los montes. Debe haber viajado una distancia algo extensa del sitio donde fué construida, porque no iba a permanecer en el mismo lugar, y por lo menos anduvo flotando ciento cincuenta días antes de posar en el Monte Ararat, al norte de Armenia. Indudablemente el arca fué impelida por los fuertes vientos que acompañaron el diluvio. 

En el país donde al fin reposó corría un río, al cual se ha dado el nombre de Eufrates; pero este río en ninguna manera corresponde con el que llevaba ese nombre en el Jardín de Edén. Fué la cosa más natural que Noé u otro de los antiguos diera al río el nombre del que habían conocido, pero este río fluye en dirección contraria. Al río que sale del Lago de Utah y desemboca en el gran Lago Salado, nosotros llamamos el "Jordán"; pero no por esto es el mismo río de Palestina. Sin embargo, ¿qué cosa más natural que los pioneros dieran a este río el nombre de "Jordán"? 

También debemos recordar que esta tierra ha pasado por muchísimos cambios desde los días del Edén. La Biblia nos enseña que en el principio todas las aguas se hallaban en un lugar. Por consiguiente, toda la tierra debe haber estado en un solo lugar. (Génesis 1:9) En la época de Adán no había hemisferio oriental ni hemisferio occidental. Es extraño, pero cierto, que se han pasado por alto algunos de los acontecimientos más importantes que hallamos en la Biblia; por ejemplo vemos en Génesis 10:25: "Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre de uno fué Peleg, porque en sus días fué repartida la tierra." Es una afirmación, breve en extremo, de uno de los acontecimientos de más importancia que jamás ocurrieron sobre la superficie de este globo terrestre, y sin embargo, existe evidencia científica de que tal cosa sucedió. En el principio toda la tierra era un amplio continente. Llegó el día en que fué dividida y se formaron otros continentes y entonces llegó a existir el hemisferio occidental; pero esto fué mucho después de los días de Adán. Hablando de este importante acontecimiento, el doctor Emanuel Velikovisky su libro, Earth in Vpheaval, comenta en ésta forma: 

"La teoría de continentes flotantes, que se ha debatido desde los años de 1920,estriba en la semejanza que hay en la forma del l itoral de Brasil y el de África. Esta semejanza (o mejor dicho, complementación) junto con ciertas afinidades en la flora y la fauna de edades remotas sugirieron al profesor Alfred Wegner de Cruz, en el Tirol, que en las primeras épocas geológicas esos dos continentes, Sur América y África, eran una sola tierra. Pero en vista de que en otras partes del mundo podían encontrarse estas afinidades animales y vegetales, Wegner conjeturó que todos los continentes e islas eran en un tiempo una sola tierra, que en diversas placas se dividió y se apartó. Los que no concuerdan con la teoría de la división continental siguen explicando la afinidad de las plantas y animales de acuerdo con la base de "puentes terrestres" o comunicación terrestre entre continentes en otras edades y también entre continentes e islas." (Página 118)

Por supuesto, esto no tiene mucho que ver con el Jardín de Edén, pero sí muestra que ha habido grandes cambios sobre la superficie de la tierra desde los días de Adán. Si uno toma un mapa de los hemisferios occidental y oriental y los estudia, no le es muy difícil ver cómo aun en la actualidad podrían juntarse uno con otro. Ese día vendrá, porque así como fué dividida la tierra, así también volverá de nuevo a su forma original en la restauración, y toda la tierra estará en un solo lugar. Hay en la biblia muchas profecías que se refieren a esta unión de los continentes e islas. Citamos unas pocas de las muchas que hay:

"Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 

"Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti." (Isaías 54:9, 10)

"Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;
"Que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, y temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra." (Ezequiel 38:19, 20)

"Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados." (Apocalipsis 16:20)

También el Señor reveló al profeta José Smith lo siguiente, que concuerda en todo sentido con lo que está escrito en la Biblia: 

"Y emitirá su voz desde Sión y hablará desde Jerusalén y su voz se oirá entre todo pueblo.

"Y será una voz como de muchas aguas, y como la voz de grandes estruendos que derribarán los montes; y no se hallarán los valles.

"El mandará al gran mar, y será arrojado hacia los países del aquilón, y las islas serán una sola tierra.

"Y el país de Jerusalén y el de Sión volverán a sus propios lugares, y la tierra será como en los días antes de ser dividida." (Doctrinas v Convenios 133:21-24)

Debemos estar agradecidos al profeta José Smith por la revelación que el Señor le concedió, en la cual se fija el sitio del Jardín de Edén, y por habernos dado la información de que cuando la tierra sea restaurada, como ciertamente debe acontecer, la gran ciudad de la Nueva Jerusalén se hallará en el lugar donde fué el jardín de Edén.

DONDE FUE EL JARDÍN DE EDÉN

                                                                                                                          

El liderazgo centrado en principios

El liderazgo centrado
en principios
Según el propio autor de este libro, el aclamado Stephen R. Covey, la gente ineficaz trata de administrar su tiempo basándose en prioridades, mientras que la gente eficaz organiza su vida y sus relaciones basándose en principios, es decir, en leyes naturales y normas que tienen validez universal. 

El liderazgo es la habilidad de aplicar estos principios a los problemas, lo que se traduce en calidad, productividad y relaciones fructíferas para todos. Asi, en esta obra que promete guiamos hacia la realización personal y el éxito profesional a través del "liderazgo centrado en principios"—, el autor del best-seller Los siete hábitos de la gente, altamente efectiva (publicado por Paidós) invita a los lectores a centrar su vida y su liderazgo en principios intemporales. 

Y para ello, demuestra que ninguna persona u organización puede sentirse satisfecha sólo con mantenerse en el punto al que ha llegado, es decir, que las metas de excelencia y calidad total expresan una necesidad innata de ser humano de progresar en el terreno personal, interpersonal y laboral. tasándose en sus veinticinco años de experiencia como docente y asesor, Covey explica cuáles son las seis condiciones de la eficacia y los métodos para lograr la excelencia en una organización. En este sentido, afirma por ejemplo que no hay nada que tienda tanto al fracaso como el propio éxito, y que es necesario comprender las posibilidades de la gente y no únicamente su conducta. Con la integridad, sensibilidad e intuiciones que hicieron de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva un extraordinario éxito de ventas. El liderazgo centrado en principios demuestra que el aprendizaje permanente es lo único capaz de fortalecer las relaciones humanas tanto en el trabajo como en el hogar.




Stephen R. Covey es conocido por ser el autor del libro de gran venta: Los siete hábitos de las personas altamente efectivas. Nació el 24 de octubre de 1932 en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos).

Stephen Covey reside con su esposa Sandra, y su familia en Provo, Utah, que es en donde se encuentra La Universidad Brigham Young que es precisamente donde el Dr. Covey enseñó antes de la publicación de su prestigioso libro. Stephen Covey además es padre y abuelo, tiene nueve hijos y cuenta con cincuenta y dos nietos; recibió el premio de Paternidad del «National Fatherhood Initiative», (iniciativa nacional de paternidad) en el año 2003. Covey es el fundador de lo que anteriormente se denominaba «Covey Leadership Center», (Centro Covey de liderazgo) en Salt Lake City, Utah, institución que fue luego adquirida por la compañía Franklin Quest, el 30 de mayo de 1997 convirtiéndose en «Franklin Covey Company», una compañía que ofrece sus servicios profesionales a nivel mundial y cuya especialidad consiste en vender cursos y seminarios de formación para la gestión de negocio, herramientas para aumentar la productividad, así como también la Gestión del Tiempo, tanto para individuos como para organizaciones.

Stephen Covey posee una licenciatura en Administración de empresas, que le fue otorgada por la Universidad de Utah (en Salt Lake City), una maestría en Administración de Empresas, obtenida de laUniversidad de Harvard y un doctorado en historia y doctrina de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, otorgado por la Universidad Brigham Young. Prácticamente ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza y practica de los preceptos que detalla en sus libros, de como vivir y liderar organizaciones y familias basándose (centrándose) en principios los cuales él sostiene, son universales y como tales son principios aceptados por las grandes religiones y sistemas éticos del mundo.


 UN FRAGMENTO DE ESTE MAGNIFICO LIBRO

EL LIDERAZGO GUIADO POR UNA BRUJULA.


Los principios correctos son como brújulas: siempre señalan el camino. Y si sabemos
cómo interpretarlos no nos perderemos ni nos confundiremos ni nos aturdirán las voces
y los valores en conflicto.
Los principios son leyes naturales evidentes por sí mismas y con un valor intrínseco.
No cambian ni se desvían. Brindan un “verdadero norte” a nuestras vidas mientras
surcamos las“corrientes” que discurren por nuestro ambiente.
Los principios se aplican en todo momento y lugar. Emergen bajo la forma de valores,
ideas, normas y enseñanzas que edifican, ennoblecen, satisfacen, fortalecen e inspiran a
las personas. La historia muestra cómo los pueblos y las civilizaciones prosperaron en la
medida en que obraron en armonía con principios correctos. En el origen de la
decadencia de las sociedades hay prácticas absurdas que no fueron sino violaciones a
los principios correctos. ¿Cuántos desastres económicos, conflictos entre culturas
diferentes, revoluciones políticas y guerras civiles se habrían evitado si hubiese existido
un mayor compromiso social con los principios correctos?
El liderazgo centrado en principios se fundamenta en el hecho cierto de que no
podemos violar impunemente esas leyes naturales. Creamos o no en ellas, han
demostrado ser eficaces a lo largo de siglos de historia de la humanidad. Los individuos
son más eficaces y las organizaciones más poderosas cuando ambos están guiados y
gobernados por esos principios probados. No son soluciones fáciles e instantáneas a los
problemas personales e interpersonales. Sí son, en cambio, principios fundacionales que
consecuentemente aplicados se convierten en hábitos que permiten transformaciones
fundamentales en los individuos, las relaciones y las organizaciones.
A diferencia de los valores, los principios son objetivos y externos. Funcionan
obedeciendo a leyes naturales, independientemente de las condiciones.
20
Los valores son subjetivos son subjetivos e internos; son como mapas. Los mapas, de
por sí, no son territorios; sólo son intentos subjetivos de describir o representar un
territorio. Cuanto mejor alineados estén nuestros valores o mapas con los principios
correctos —con el territorio real, con las cosas tal cual son—, más precisos y útiles
serán. Pero cuando el territorio cambia permanentemente, cuando los mercados varían
en forma constante, todo mapa se hace rápidamente obsoleto.
Un mapa basado en valores puede suministrar cierta descripción útil, pero la brújula,
regida por principios, brinda una incuestionable visión y orientación. Un mapa preciso
es una buena herramienta gerencial, pero una brújula que señala los principios del
“verdadero norte” es una herramienta para el liderazgo y el fortalecimiento de la
autoridad. Al señalar hacia el norte, la aguja refleja su alineamiento con las leyes
naturales. Si nos limitamos a dirigir por medio de mapas, desperdiciaremos muchos
recursos errando sin rumbo y desperdiciando oportunidades.
Nuestros valores suelen reflejar las creencias de nuestro medio cultural. Desde la
niñez desarrollamos un sistema de valores que constituye una combinación de
influencias culturales, descubrimientos personales y pautas familiares. Todo esto se
transforma en el espejo a través del cual miramos el mundo. Evaluamos, definimos
prioridades, juzgamos y nos comportamos según cómo vemos la vida a través de ese
cristal.
Un patrón reactivo habitual lo constituye vivir la vida en compartimientos basados en
valores, donde nuestra conducta es, en gran medida, producto de las expectativas
incorporadas a ciertos roles: cónyuge, padre, hijo, ejecutivo del mundo de los negocios,
líder de la comunidad, etcétera. Puesto que cada uno de estos compartimientos tiene su
propio sistema de valores, las personas sin poder de reacción a menudo terminan
tratando de amalgamar expectativas en conflicto y viviendo según
21
diferentes valores, de acuerdo con el rol que juegan o el medio en que se hallan en cada
momento.
Cuando las personas alinean sus valores personales con los principios correctos, se
liberan de las viejas percepciones y paradigmas. Una de las características de los
auténticos líderes es su humildad, que queda de manifiesto en su capacidad para sacarse
las gafas y examinar objetivamente los cristales, analizando hasta dónde sus valores,
percepciones, creencias y comportamientos están alineados con los principios del
“verdadero norte”. Donde aparecen discrepancias (prejuicios, ignorancia o error),
efectúan ajustes para realinearlos más sabiamente. Basarse en principios inmutables
brinda permanencia y consistencia a sus vidas.

VER LIBRO COMPLETO